15 octubre, 2019

EGO

"El ego es la idea que cada uno tiene de sí mismo y que el sentido de valía que tiene el ego, está ligado en la mayoría de los casos con la forma como los otros nos valoran. Es decir, que el ego no constituye más que una idea, una ilusión, pero una ilusión que ejerce gran influencia".

No es un problema de ego el decir que sé lo que valgo, porque me he dado la paja interna durante años para reconocerme como el ser que soy e incluso el que quiero llegar a ser. El problema es cuando las percepciones de otras personas se superponen a las nuestras y empezamos a valorar más lo que otro cree de mi, que lo que yo mismo sé que soy y debería valorar.

14 octubre, 2019

Cuando uno menos se lo espera.

De repente me sentí pésimo, así como de nada y me vino una crisis de angustia ahí, frente a él. Quise ocultarlo, quise pensar en nada, quise pensar en otra cosa, quise cerrar los ojos y luego abrirlos, quise hacer todo lo que usualmente me funciona en esos casos, pero esta vez nada funcionó y no supe ni pude explicarle que me estaba pasando. Me dio un poco de vergüenza, quizás.

Uno a veces no tiene palabras para describir que le pasa, por eso es que cuando si las tengo, simplemente digo todo, absolutamente todo o al menos lo que quiero mostrar al otro. No soy tan misteriosa como le hago creer a algunos, es solo que me gusta ese juego en que no digo nada y hago creer que en realidad tengo algo que decir, que obviamente no estoy diciendo. La verdad es que no tengo nada que decir porque no soy un misterio en absoluto.

Hay cosas que pasan cuando uno menos se las espera. Puede ser cualquier cosa, desde una crisis de angustia en la noche, a una bolsa con dulces y chocolates que llega a tu casa porque si. También hay cosas que uno realmente espera y jamás pasan (o al menos no cuando uno quiere), como un cambio de trabajo o la pequeña iluminación mental que se produce cuando uno tiene la certeza de que todo va a estar bien.

A veces, en realidad muchas muchas veces, que pasen cosas de forma inesperada me enferma, me desespera, porque escapa de mis planes, escapa de mis manos, de lo que puedo controlar y de todo lo que me paso horas organizando en mi mente. A veces, también se me olvida que las mejores cosas pasan fuera del plan, simplemente suceden, fluyendo como si debieran haber sido desde siempre: un cruce de miradas, una conversación con alguien a quien parecieras conocer desde hace mucho, una discusión que te hace pensar en cosas que antes jamás habías pensado o un mensaje que indica que alguien está pensando en ti. 

Hay que dejar de temer a esas cosas inesperadas porque nunca se sabe, podría caer un rayo.






07 octubre, 2019

Se sabe.

Hay cosas que uno sabe y está bien que sean sabidas, pero otras que aunque se sepan, deben ser dichas e igual a uno le gusta escucharlas, solo porque si.



25 septiembre, 2019

Hechos y palabras.

"¿Te pasa algo? Estás como callada..."

Me cuesta hablar.
Contrario a lo que muchas personas podrían pensar, me cuesta hablar. Me cuesta decir las cosas y en realidad soy una persona más bien callada, no se me da eso de contar mucho, salvo que me pregunten. Si no me preguntan, no cuento no más.  Quizás es por eso que me gusta escribir, me gusta poder ordenar mis ideas, sacarlas de mi cabeza y hacer el ejercicio de releerlas una y otra vez, a ver si en algún momento logro entender o darme cuenta de algo diferente, algo que no noté la primera vez.

24 septiembre, 2019

Turista

And if you feel just like a tourist in the city you were born, then it's time to go. And you find your destination with so many different places to call home. 'Cause when you find yourself a villain, in the story you have written, it's plain to see, that sometimes the best intentions are in need of redemption, would you agree? If so, please show me.

23 septiembre, 2019

¿Y si no cacho?

"Es esa sensación de que alguien se murió, solo que no está muerto, está ahí", me dijo PrimaChica ayer mientras manejaba con cara de angustia. Es exactamente eso que sentí hace años cuando todo se fue a la B con Fernando.  Algunas cosas, al parecer, no cambian tanto.

Las ideas son como las personas, llegamos a apreciarlas como tal y a sentir que es muy difícil dejarlas ir, incluso aquellas ideas que son solo eso, ideas de algo que creemos existió pero que quizás nunca fue realmente. "Una idea es como un virus. Resistente. Altamente contagiosa. La más pequeña semilla de una idea puede crecer. Puede crecer para definirte o destruirte."

Debería encontrar consuelo en el "tendrás más tiempo para ti" y  a decir verdad, he tenido más tiempo que nunca -sin considerar que CLC se roba mi vida y mi juventud- para hacer todo lo que quiero, pero ¿qué se hace cuando uno no sabe qué es lo que quiere? La ratita dice, así todo suelto de cuerpo y como si fuera lo más fácil del mundo, que debo enfocarme en todas las cosas que dejé de lado, en eso que deje rezagado antes de pasarme a la vida de señora.

12 septiembre, 2019

Delay

"Me enoja infinitamente la actitud de mierda de hacerse los interesantes cuando, francamente, no estamos en edad.
Me enoja infinitamente que no digan las cosas cómo y cuándo corresponde.
Me enoja infinitamente que me hagan sentir insegura y como la mierda, onda GRATIS."

Claro, como si yo fuera capaz de decir las cosas cómo y cuando corresponde. Obviamente es por eso que me molesta. Me molesta que el resto tenga esas actitudes que no tolero de mi. ¿Cómo sabes que algo te está molestando? Porque no puedo ponerlo en palabras y empiezo a hacer tonterías desde esa molestia, como la ridiculez de llegar a las 6.50am al trabajo, cuando mi horario de entrada es a las 8.00am. En mi cabeza todo se acelera. Me obligo a no pensar, pero secretamente ando enmierdada. No pienses en eso, no pienses en eso, no pienses en eso. 

09 septiembre, 2019

T.

Resultado de imagen para leon acuarelaT era mi amigo de lejos, de la real lejanía lejana.
Lo conocí por ahí por el 2008-2009 y como eran muy tiempos de Facebook, nos hicimos "amigos" de esa forma bien virtual en que sabes todo y nada, esa forma en que después se te olvida la gente, porque como ya eres amigo de Facebook, obvio que deja de importar.
Un día lo borré, porque fue muy "este gallo es como de Bélgica, que me importa a mi..." y a los días me escribió un mensaje diciendo que estaba revisando sus amigos y me echó de menos. Volvimos a nuestra "amistad" virtual.

04 septiembre, 2019

Jamás se regresa

Nos han dicho que el amor es intentarlo uno y otra vez a pesar de haber fracasado en la mayoría de los intentos. Nos han enseñado que los problemas son parte de la rutina de la pareja y que no es más valiente quien se marcha, sino quien asume que puede hacer un cambio al respecto. 
Todos hemos escuchado el rol de la mujer entregada y el hombre que pierde la cabeza por amor en la relación. El mundo habla de estabilidad, de intentar, de aguantar; nadie habla de quienes se marchan, de los que salen corriendo, de los que se quieren lo suficiente, de los que se valoran.

03 septiembre, 2019

Del dolor de espalda.

"Los límites no son difusos, el cuerpo avisa con una sensación de disgusto y rechazo lo que no quiere hacer. El problema de los límites es el miedo a mostrarnos tal cual somos, ser complaciente con el resto, por sobre uno mismo, es una de las tantas formas retorcidas de buscar aprobación o que simplemente nos quieran". El problema es cuando nos quieren por eso que no somos, por esa idea que se genera de alguien que en realidad no existe, porque en algún minuto uno se aburre de ser ese personaje, llega al límite real.

01 septiembre, 2019

Igual igual, pero diferente.

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Retrato hablado de mi interlocutor
Hay cosas que son iguales o que parecen iguales porque conceptualmente se relacionan, pero que son totalmente diferentes. Ejemplo, no es lo mismo un hueón tonto que un tonto hueón. No sé bien cuál es la diferencia, sé que existe y que posiblemente se relaciona con el nivel de ahueonamiento y las circunstancias, pero es una duda que me planteó alguien hace poco y aún no puedo resolver del todo.

No es lo mismo estar pitiá que estar loca. Antes pensaba, me daba un poco cuenta, de que estoy pitiá y me daba paja mundial, porque era como “hueón si obvio que no estoy tan cagá”, porque pensaba que era lo mismo que estar loca y no po, no es lo mismo. 

27 agosto, 2019

Mariposas

Veo fotos de cuando era chica, de momentos con mis papás y hermanos y no puedo acordarme del momento en sí. 
Hay una foto como en el bosque en Pichilemu, salimos todos muy felices, un momento real de familia feliz, debo haber tenido como 6 años... y simplemente no me acuerdo de ese momento. No me acuerdo de mucho de cuando era chica, como si tuviera todo bloqueado por algún motivo que aún desconozco.

Recuerdo que cuando era chica y mis papás peleaban, me ponía tan nerviosa que me dolía la guata, onda real, como un combo en el centro de mi cuerpo que me dejaba doblada sin poder moverme. Era un dolor que me paralizaba y, después de un tiempo, la estrategia que creo mi cabeza de niña para evitar ese dolor de guata, era salirme por a ventana de mi pieza y dar muchas vueltas a la manzana, hasta que cachaba que más o menos podía haber pasado el drama.

Después, ni siquiera me dolía con la pelea en sí. Me dolía cuando empezaba a sentir enrarecido el ambiente y veía la cara de orto de mi mamá a punto de ponerse como araña peluda. No la culpo, yo a veces me pongo igual cuando me enojo.

26 agosto, 2019

Tener un plan.

Lo primero que se debe aclarar es que existen diferentes clasificaciones y teorías de personalidad. No obstante, básicamente casi todas las teorías se concentran en clasificar la personalidad en tipos, otras en perfiles, otras en un grupo central de rasgos que definen toda la estructura de personalidad. Friedman y Rosenman plantearon, a partir de investigaciones en la década del 50, que existen dos tipos (posteriormente se hablo de un tercero) y hoy vengo a putear por el tipo que me toco ser a mi... no en realidad no es putear, porque me gusta ser como soy, pero es más a explicar a modo de entender yo misma por qué hago las cosas que hago e idear un plan, o en este caso no idearlo, para dejar de hacerlas. 

El plan es no hacer plan.
El plan es no hacer plan.
El plan es no hacer plan.
Debo repetirme eso hasta que me lo crea, cierto? 

21 agosto, 2019

Me enoja.

Me enoja infinitamente la actitud de mierda de hacerse los interesantes cuando, francamente, no estamos en edad.
Me enoja infinitamente que no digan las cosas cómo y cuándo corresponde.
Me enoja infinitamente que me hagan sentir insegura y como la mierda, onda GRATIS.
Me enoja infinitamente que me pase algo y no saber qué es, no poder ponerle nombre y sentir que voy a gritar en cualquier momento, de forma descontrolada.


Me enoja infinitamente no saber. Me enoja. Me enoja. Me enoja. Me enoja.



No quiero

No quiero tener hijos.

Durante el último tiempo, absolutamente todas las veces que digo eso, me llega una cachetada de "eso lo dices ahora" y "te vas a arrepentir" que me hace cuestionar realmente cuando es que una se valida ante los ojos del resto.
Hace un año, un poco más en realidad, cuando me operé, uno de los motivos era precisamente la maternidad y que ni cagando era factible ser mamá con un sobrepeso tan grande-gigante-enorme-mutante como el que tenía.
No es que no me lo haya cuestionado ni me haya generado preocupación antes, pero el momento especifico en que me cayó el ladrillo en la cabeza acerca de las dificultades que podrían presentarse, fue cuando la cuñada-no-favorita me dijo (y cito textual) que si quería shantarle una guagua a su hermano, tenía que bajar de peso, porque me podía morir y Cristóbal iba a sufrir musho.

02 julio, 2019

Octubre.

Me gustaba y yo le gustaba. Esa era lejos la mejor parte.

Empezamos a salir en octubre. Me dijo que le gustaba después de unas semanas de conversaciones telefónicas que duraban toda la noche, donde nos reíamos, hablábamos de programas que nos gustaron de chicos y nos contábamos secretos. Me dijo que le gustaba una noche luego de darse muchas vueltas. Sentía el nerviosismo en su voz, en lo que decía sin decir nada, en los silencios.


Me gustaba también. 



En diciembre me dijo que no quería nada serio, que no tenía tiempo, que no podía estar con nadie. Le dije que dejara de preocuparse. "Di lo que quieras, pero nosotros no solo vamos a terminar pololeando. Nos vamos a casar". Así de segura estaba con él. Es que cuando lo sabes, lo sabes no más. Después de un mes me dijo que quería estar conmigo, que quería pololear, pero que me lo iba a preguntar en el momento indicado, en el momento perfecto, en el lugar perfecto. Nunca entendí a que se refería con eso.

Ya en febrero no solo nos gustábamos, sino que nos queríamos. Me miraba como si yo fuera única, como si nunca hubiese visto nada igual en toda su vida y, a decir verdad, así me hacía sentir. Fuimos al estadio con su mejor amigo y sentados ahí, en la tarde brillante y calurosa, uno al lado del otro, le escribí por Whatsapp si quería pololear conmigo.

Me respondió, también en un mensaje, que si.
Era 1 de febrero de 2013 y hacía un calor de la real mierda, pero eso ya no importaba.





30 junio, 2019

Ponerse hueona

Hay veces en la vida en que una de verdad se pone hueona.

No es gratuito el auto insulto, pero es que de verdad uno después mira pa atrás y se da cuenta de que la vendió, de que no era necesario y que probablemente el ahueonamiento fue consecuencia de ser malcriada.


Uno se ahueona cuando piensa que quiere cosas, que en realidad no quiere, pero que cree que quiere porque los otros lo tienen o lo están haciendo. Así de simple. Uno se ahueona cuando se pone envidioso, cuando empieza a querer para si, la vida de otro, sin cuestionar en lo más mínimo si es lo que uno realmente quiere o si solo se está ahueonando de la forma más brígida en que un ser humano puede caer.


Uno se ahueona cuando deja de cuestionar y empieza solo a asentir con la cabeza, como perro plástico en taxi flaite. Uno se ahueona cuando hace cosas por el resto, por lo que van a decir de uno, por lo que van a pensar de uno, dejando de lado todas sus convicciones y creencias, aunque estas vayan contra lo que se hace.


Uno solo se des-ahueona cuando dice basta. Y cuando eso pasa, déjenme decirles que es la raja, porque si logras decirlo, es que de verdad te llenaron el saco y no quieres más. Así de simple.

Cuando uno se rompe promesas

La última entrada, de hace tres años, está directamente relacionada con todo lo que viene a continuación. Es del momento exacto en que todo se fue a la B y probablemente algún día me atreveré a relatar ese momento sin la rabia y la angustia que hasta el día de hoy me produce.

Después de 3 años sin escribir, da la sensación abrumadora de que no hay nada interesante que decir, nada que contar y se te revuelve el estomago pensando que las palabras ya no salen, que las ideas en tu cabeza ya no están tan ordenadas o claras como te gustaría,pero luego te detienes a pensar y te das cuenta de que es solo eso, una sensación de segundos. No es tan real.

No sé bien si el miedo me venció o yo a él, pero pareciera que debo contar la historia para saber qué es lo que pasó realmente, para que de verdad se note que he estado pensando al respecto o simplemente, para una vez más, sacarlo del sistema.

El resumen es simple. La última vez que alguien me leyó, tenía 25, era semifrentona, pololeaba y estaba en medio de mi tercera carrera. Hoy tengo 29 años, soy frentona completa, estoy soltera, trabajo de Psicopedagoga, no tengo hijos y dudo que quiera tenerlos algún día. También estoy viviendo en Rancagua y me he abanderado completamente con la filosofia de "todo me importa un pico". No de forma intencionada, sino que desde el fondo del alma des-complicada.

¿Cómo llegué a esto, si hace unos años, en este mismísimo blog, en una entrada ya eliminada, juré y re juré que jamás volvería a Rancagua?

Me lo pregunto cada mañana.