25 septiembre, 2019

Hechos y palabras.

"¿Te pasa algo? Estás como callada..."

Me cuesta hablar.
Contrario a lo que muchas personas podrían pensar, me cuesta hablar. Me cuesta decir las cosas y en realidad soy una persona más bien callada, no se me da eso de contar mucho, salvo que me pregunten. Si no me preguntan, no cuento no más.  Quizás es por eso que me gusta escribir, me gusta poder ordenar mis ideas, sacarlas de mi cabeza y hacer el ejercicio de releerlas una y otra vez, a ver si en algún momento logro entender o darme cuenta de algo diferente, algo que no noté la primera vez.


No me gusta hablar porque siento que la cago mucho, que soy super esclava de mis palabras, porque no las mido, porque soy impulsiva y muchas veces mientras estoy diciendo algo, me estoy arrepintiendo de hacerlo y quedo como la más estúpida de todas. Muy de la onda "no tengo por qué estar de acuerdo con lo que pienso". 

El último tiempo he andado con las palabras colgando de la lengua. No pienso y se me llena la boca de cosas que quiero decir, pero que sé que no debo decir. De cosas que siento, que realmente las siento, pero que sé no debo decirlas porque es obvio que el interlocutor se puede frikear infinitamente y muy de verdad que no quiero eso. Creo que por eso tengo esa ansiedad "como" de saber, de preguntar y de que me digan, porque además soy tan pava y tan acelerada, que no valoro realmente los hechos, las cosas que hacen otros por mi, sino hasta que pasan y vuelvo a pensar en esos momentos. Necesito que me digan las cosas, de forma super explícita, tanto como un "Te extrañé".

La PrimaChica me dijo que vivo en el pasado y el futuro, que no estoy en el presente y -tristemente- es verdad. Muchas veces simplemente no estoy, mi mente vuela a otros momentos y lugares, imagina las infinitas posibilidades de cosas que no han pasado y no sé si van a pasar. Me la paso dando vueltas, preguntándome qué era tan importante y no me doy cuenta de que eso me hace desaparecer. 

El silencio me permite observar y darme cuenta de cosas. El silencio me permite escuchar realmente lo que el otro está diciendo y eso me gusta, porque muchas veces las personas dicen cosas super "al vuelo", creyendo que no son consideradas realmente. No soy muy buena con las palabras, pero soy buena haciendo cosas para demostrar eso que no sé decir, eso que no puedo decir sin ponerme roja, sin llorar.

A veces se me olvida que algunas cosas son sin llorar.

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