23 septiembre, 2019

¿Y si no cacho?

"Es esa sensación de que alguien se murió, solo que no está muerto, está ahí", me dijo PrimaChica ayer mientras manejaba con cara de angustia. Es exactamente eso que sentí hace años cuando todo se fue a la B con Fernando.  Algunas cosas, al parecer, no cambian tanto.

Las ideas son como las personas, llegamos a apreciarlas como tal y a sentir que es muy difícil dejarlas ir, incluso aquellas ideas que son solo eso, ideas de algo que creemos existió pero que quizás nunca fue realmente. "Una idea es como un virus. Resistente. Altamente contagiosa. La más pequeña semilla de una idea puede crecer. Puede crecer para definirte o destruirte."

Debería encontrar consuelo en el "tendrás más tiempo para ti" y  a decir verdad, he tenido más tiempo que nunca -sin considerar que CLC se roba mi vida y mi juventud- para hacer todo lo que quiero, pero ¿qué se hace cuando uno no sabe qué es lo que quiere? La ratita dice, así todo suelto de cuerpo y como si fuera lo más fácil del mundo, que debo enfocarme en todas las cosas que dejé de lado, en eso que deje rezagado antes de pasarme a la vida de señora.

El mayor problema con lo que dice Ratita es que, antes de la vida de señora, estaba igual de evadida po, y me vine a encontrar con el yo -igual un poco a medias- a los 28, recién el año pasado. Recuerdo algunas cosas que me gustaban de chica, que medio me movían, pero nada de lo que pueda decir "HUEON NECESITO HACER ESTO". Es super penca perderse a los 22, porque te vas transformando en un pseudoadulto sin tener conciencia del proceso y después, si todo sale como me salió a mi, te encuentras de sopetón con todo eso. Lo bueno es que como no cachas nada, puedes ir descubriendo cosas y se supone que eso debería ser entretenido. Debería. A mi me da paja.

Me doy cuenta de que ando agresiva y super a la defensiva, me hago la ruda todo el rato "obvio que no lloro por estas hueas" y después viene una brisita que me mueve el pelo y termino llorando por hueas que no son hueas, pero que no quiero que me duelan como me duelen. Tengo que relajarme, ¿cierto? 

Vivimos en un mundo tan instantáneo que me he visto presionándome demás para conseguir o dejar algo para lo que solo se requiere tiempo. Es como cuando me operé, me dieron el alta el domingo y el lunes estaba llorando desesperada porque "no estaba bien y no iba a poder hacer todas mis cosas nunca más en la vida". Igual le di color esa vez.  Debería acordarme de eso más seguido, porque igual es como diferente y parecido, digo, es algo muy nada que ver, pero presionarme no ayuda en nada, solo me va a frustrar infinitamente y hay que tener claro que voy a tener días buenos y malos, que algunos días podré avanzar y dar pasos al frente y otros, simplemente, voy a tener que parar a respirar. Altamente probable que eso último lo haga en el Parque Bicentenario.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario