26 agosto, 2019

Tener un plan.

Lo primero que se debe aclarar es que existen diferentes clasificaciones y teorías de personalidad. No obstante, básicamente casi todas las teorías se concentran en clasificar la personalidad en tipos, otras en perfiles, otras en un grupo central de rasgos que definen toda la estructura de personalidad. Friedman y Rosenman plantearon, a partir de investigaciones en la década del 50, que existen dos tipos (posteriormente se hablo de un tercero) y hoy vengo a putear por el tipo que me toco ser a mi... no en realidad no es putear, porque me gusta ser como soy, pero es más a explicar a modo de entender yo misma por qué hago las cosas que hago e idear un plan, o en este caso no idearlo, para dejar de hacerlas. 

El plan es no hacer plan.
El plan es no hacer plan.
El plan es no hacer plan.
Debo repetirme eso hasta que me lo crea, cierto? 


Cuando era más chica, o más joven (a estas alturas no estoy segura), era especialista en cagarla. Era como si mi modo de pensar y ser hubiera estado diseñado para cagarla de las formas más magistrales nunca antes vistas. Era como estar completamente ajena al entorno y completamente perdida, como un pájaro encerrado en una casa, que no sabe hacia donde volar, como salir, y choca y se para, y vuela y se para y sigue chocando con todo. En parte por eso este blog se llama así. 

El plan siempre fue no hacer plan y me movía por lo que me decía "la guata". Es decir, me movía de acuerdo a lo que sentía que "podía ser" y por lo que iba intuyendo en el camino. Obviamente al ser una jovencita sin experiencia me equivoque de las peores formas. Me mande cagadas feas, onda feas feas, hice cosas de las que no me siento orgullosa e incluso me arrepiento infinitamente de algunas, pero después de cagarla, llorar y patalear infinitamente, en algún momento me juré dejar de cagarla, me prometí cuidarme y dejar de ser tan pájara e ideé mi primer plan. Mi primer plan fue empezar a planificar todo. Así, a lo kamikaze pasé de ser de lo más desorganizada y perdida, a ser una máquina de la organización, insoportablemente responsable, insoportablemente competitiva (conmigo misma) e insoportablemente estructurada.

Mi obsesión por el plan llegó a ser tal, que cuando tenía el plan, si este cambiaba, me descontrolaba y me angustiaba. Me enojaba. ¿Cómo es posible que el plan cambie, si el plan está diseñado para ser llevado a cabo? Y sacarme del esquema era lo peor que alguien me podía hacer.

Con el tiempo me des-pitié un poco (o me pitié un poco más, depende de como se mire la situación) y empecé a tener más de un plan, de modo que si el plan original cambiaba, estaba todo controlado para echar a andar el plan B, C y D, dependiendo de los motivos por los que el plan A había cambiado.

El plan era el siguiente en mi cabeza, paso a enumerar y decir en qué falló.

1.- Estudiar algo. 
En qué falló? En que me di una maaaansa vuelta para llegar a descubrir lo que realmente me gustaba y me hace feliz.

2.- Encontrar trabajo.
En qué fallo? No falló, tengo trabajo, pero una parte de mi es infinitamente miserable por la ubicación geográfica donde se desarrolla mi vida actualmente.

3.- Casarme y tener hijos.
En qué fallo? No falló, pero me sabotié a mi misma, sembré esta idea de cambio en mi cabeza y la dejé germinar cual virus, la dejé crecer hasta que esta parte del plan se volvió insoportable y tuve que abortar la misión. Planeé el aborto de la misión? SI. En que fallé? En no planear lo que venía después, o en planearlo pero no tener plan B, C y D de respaldo. 

4.- JAMÁS VOLVER A RANCAGUA. En qué fallo? En que no pensé y me dejé llevar por esa idea de hacer lo que tengo que hacer, no lo que quiero hacer. Lo que tengo que hacer, de acuerdo al plan que se da a nivel social para una chiquilla que se acerca a los 30. Me dejé llevar y una vez más me equivoqué.

Pero, ¿cómo se puede idear un plan y proyección de lo que viene, si es algo completamente nuevo? 
Tengo miedo. Estoy aterrada de no tener plan y me dicen "el plan es no hacer plan". Una parte de mi quiere creerlo, pero la otra parte, la parte excesivamente estructurada grita en mi cabeza "COMO CHUCHA VA A SER BUENO NO TENER UN PLAN POR LAS RECHUCHAS! PLANIFICA, PLANIFICA, PLANIFICA!!!" 

Es esa parte de mi personalidad tipo A, fuerte y rígida, con sensación de urgencia, competitiva y hostil la que lo entiende. Lo que esa parte no entiende es que no puedo hacerlo y que tengo que aferrarme al plan de no hacer plan, porque no tengo las herramientas para hacer un nuevo plan, por mucho que quiera, porque he vuelto a ser la pobre pájara que era antes.

Quizás no pobre, pero si infinitamente pájara.






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