Yo nunca te trato así.
A veces las palabras también hacen heridas y duelen, en lo físico.
Siempre me prometo que no habrá una próxima vez. Siempre la hay.
Me la paso dando vueltas, preguntándome qué era tan importante. Creo que podría estar empezando a desaparecer.
Yo nunca te trato así.
A veces las palabras también hacen heridas y duelen, en lo físico.
Siempre me prometo que no habrá una próxima vez. Siempre la hay.
Llegaste de sorpresa y eso nos hizo sentir asustados. Llegaste con esa certeza un 5 de octubre, en que algo me dijo que no me iba a llegar la regla, que estabas adentro.
Ese día estaba en clases, tu papá vino a buscar unos remedios que se le habían quedado del fin de semana y yo le dije que iba a caminar un ratito, pero en realidad fui a la farmacia. Al regresar a casa me hice el test inmediatamente, pero no esperé el resultado, sino que me fui a conectar a una clase, con una tranquilidad inexplicable, como si no me importara realmente si el resultado era positivo o negativo.
Al terminar la clase fui al baño y el test estaba claro, era positivo. Me puse muy feliz inicialmente, pero luego me angustié un poco y me dio un poco de miedo por lo que podía pasar, por lo que me iba a decir tu papá. Era un día extraño y rápido, teníamos muchas cosas que hacer, clases, sesiones en la tarde y tu papá comenzaba con un curso de la universidad, pero durante el día tuvo un accidente con su computador así que todo estaba muy tenso. Tu papá a veces se pone tenso cuando hay imprevistos.
Llamó mi mamá como sabiendo que estabas en mi. Yo no dije nada, pero ella me dijo que si necesitaba algo, le avisara no más, que ella estaba para mi. Me dio la sensación de que la muy bruja sabía que venías en camino.
Estuve asustada y mi reacción inmediata fue buscar misotrol. Era como si la palabra embarazo y misotrol fueran sinónimos en mi cabeza y la verdad no me costó encontrar a quien me las vendiera. Llegó ese mismo día a las 15.00 a mi casa, me entregó las pastillas, le pagué casi con un riñón, porque eran carísimas, y entré a seguir con mis sesiones online.
Al terminar las clases, queriendo descansar, tu papá estaba en su casa un poquito colapsado por el tema del computador, por no poder conectarse bien a sus clases desde el teléfono, así que rápidamente agarré mi computador, el cargador y pedí un Uber para que me llevara. No me gusta cuando tu papá lo pasa mal y siempre quiero ayudarlo.
Llegué a su casa y pudo conectarse, luego de su clase tomamos un té y me vino a dejar a la casa. Estacionados afuera, por el lado de la entrada de autos, lo notaba medio enojado y frustrado por el mal día que había tenido. ¿Qué más me puede pasar?¿Que huea más va a pasar para terminar de cagarme todo? preguntaba. Me sentí triste, porque en mi cabeza la respuesta era "estoy embarazada", pero sabía que si decía eso, iba a ser la guinda de la torta y no quería que tu papá se sintiera así de mal. No le dije nada acerca de ti hasta unos días después.
Esto es solo el comienzo hijo, no creas que por esto te amamos menos. Solo nos pillaste un poco desprevenidos.